Cerrando ciclos para avanzar

Ser hijo de Dios implica “salir de un estado, de un anti diseño y retornar al diseño original, nacer de nuevo”, por ende, vivimos procesos intensos y profundos de restauración, transformación, metamorfosis, los cuales nos permiten descubrir, entender y aceptar la verdad del Padre Celestial y ponerla por obra.

Mateo 5: 19 “Por tanto, cualquiera que suprima uno solo de estos mandamientos más pequeños, y así enseñe a los hombres, muy pequeño será llamado en el reino de los cielos, pero cualquiera que los practique y enseñe, éste será llamado grande en el reino de los cielos.”

Retornar al diseño original de Dios implica una acción, acción obediente a lo que el Padre nos revela, esto es fe. Creer y obedecer a sus palabras, y la fe legitima la intervención del Padre en nosotros y en la tierra.

La revelación del Padre Celestial nos permite ver lo que por si solo no es posible. Él nos revela todo lo oculto que ha sido arraigado por el anti diseño del mundo por medio de la sociedad, la cultura, la educación, las creencias, la distorsión del núcleo familiar, el entretenimiento, etc. Él expone todo lo que es necesario para depurarnos, limpiarnos, purificarnos. Para sacar el heno, la paja, la hojarasca, y que solo quede espacio para su semilla, la palabra de Dios.

Todo el anti diseño que hay en nuestro interior, se traduce en emociones, sentimientos, decisiones, acciones, estilo de vida, actitudes, carácter, temperamento, etc. Se refleja y se expone ante el entorno en el que vivimos, siendo estos participes de los frutos.

El fruto de tus acciones puede ser bueno o malo según sea lo que abunda en tu corazón (mente) y esto será lo que des a comer a otros. Dice la biblia que tú eres un árbol que da fruto, pero ¿Cuál es el fruto que estas dando? ¿Frutos de justicia o de injusticia? ¿Frutos de bien o de mal? ¿Frutos de amor o rencor? ¿Frutos de paz o de contienda? ¿Frutos de vida o de muerte?

Por años hemos dado mal fruto y este, ha sido comido por muchos. ¿Cuántas personas o lugares han salido afectados por el fruto que has dado? ¿Cuántas puertas mal cerradas hay en tu pasado o presente? ¿Cuántos ciclos están abiertos causando dolor? ¿Cuántas paginas del libro decidiste arrancar sin saber el daño que causaría en esa historia?

Si es necesario devolverte para cerrar el ciclo que dejaste abierto ¡Debes hacerlo! El Padre Celestial nos demanda en las escrituras a ser Luz del mundo, arboles de Justicia, Sal de la tierra, y eso es para la alabanza y la gloria de Su nombre. Los ciclos mal culminados no te permiten avanzar, te mantienen anclados al fruto de tú acción, de tu pensamiento o de tu decisión.

El Padre nos dice hoy: ¡Ven a mí, clama y te responderé para mostrarte lo que esta oculto y que aún no conoces! Lo que no puedes ver con tu lógica humana pero que está causándote daño, que te limita a avanzar, que te estanca y te detiene. Son puertas abiertas, pequeñas zorras que no ves pero que te ayudare a entender para que vayas y cierres como te he mandado.

¿Qué pasa cuando te enojas? ¿Qué dice la biblia? ¿Cómo reaccionar ante estas situaciones difíciles? Mateo 5: 21 Oísteis que fue dicho a los antiguos: No matarás; y cualquiera que mate, quedará expuesto al juicio. 22 pero Yo os digo que cualquiera que se enfurezca contra su hermano quedará expuesto al juicio, y cualquiera que diga a su hermano: ¡Raca! (imbécil), quedará expuesto ante el Sanedrín, y cualquiera que diga: ¡Moré! (renegado, maldecido), quedará expuesto al fuego del infierno. 23 por lo tanto, si estás presentando tu ofrenda en el altar, y allí recuerdas que tu hermano tiene algo contra ti, 24 deja allí tu ofrenda ante el altar, y anda, reconcíliate primero con tu hermano, y luego regresa y presenta tu ofrenda. 25 ponte de acuerdo con tu adversario pronto, mientras estás con él en el camino, no sea que el adversario te entregue al juez, y el juez al alguacil, y seas echado en la cárcel.

Todo lo que decides, haces, piensas, dices, tiene un efecto y resultado, y nuestro deber es medir el resultado antes de.  Estamos llamados a reconciliar al mundo con Dios no a dividirlo más, y sin darnos cuenta aún lo estamos haciendo. Lo hemos hecho por años, pero el Padre nos está hablando una y otra vez a mirar adentro y ocuparnos en renovar nuestra mente.

Mateo 7: 1 No juzguéis, para que no seáis juzgados; 2 porque con el juicio con que juzgáis, seréis juzgados, y con la medida con que medís, os será medido. 3 ¿Y por qué miras la paja que está en el ojo de tu hermano, y no consideras la viga que está en tu ojo? 4 O, ¿cómo dirás a tu hermano: ¿Deja que saque la paja de tu ojo, y he aquí la viga en tu propio ojo? 5 ¡Hipócrita! Saca primero la viga de tu ojo, y entonces verás bien para sacar la paja del ojo de tu hermano. Por esta razón primero debemos poner en práctica la verdad del Padre para luego enseñarla. No al revés como nos enseña la religión.

Romanos 12: 2 No os adaptéis al mundo, sino sed transformados por la renovación de la mente, para que comprobéis cuál es la voluntad de Dios: Lo bueno, lo aceptable y lo perfecto.

Ve al secreto del Padre Celestial, habla con Él e inquiere en su respuesta para que te muestre cual es la puerta que abriste en el pasado o en el presente, consiente o inconscientemente, y que ha dado un fruto de injusticia en ti y en otros. El Padre te dará la instrucción de lo que debes hacer y hazlo, eso te dará libertad y veras la obra milagrosa del Padre en ti y a través de ti para sanar, ayudar, restaurar, sembrar, reconciliar, libertar porque para eso fuiste llamado hijo. Isaías 61

Efesios 4: 17 Esto pues digo y requiero en el Señor: que ya no viváis como viven los gentiles, en la futilidad de su mente, 18 teniendo el entendimiento entenebrecido, totalmente ajenos a la vida de Dios a causa de la ignorancia que hay en ellos, por la dureza de su corazón; 19 los cuales, después que llegaron a ser insensibles, se entregaron a sí mismos a la sensualidad, para practicar con avidez toda clase de impureza. 20 pero vosotros no aprendisteis así al Mesías, 21 si en verdad lo oísteis y fuisteis enseñados en Él, conforme a la verdad que está en Jesús. 22 en cuanto a la antigua manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que está corrompido por los deseos engañosos, 23 renovaos en el espíritu de vuestra mente, 24 vestidos ya del nuevo hombre, que fue creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad. 25 por tanto, desechando la mentira, cada uno hable verdad con su prójimo, porque somos miembros los unos de los otros. 26 airaos, pero no pequéis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo, 27 ni deis lugar al diablo. 28 el que hurtaba no hurte más, sino trabaje, haciendo con las propias manos lo bueno, para que tenga qué compartir con el que tiene necesidad. 29 ninguna palabra dañina salga de vuestra boca, sino la que sea buena para la necesaria edificación, que comunique gracia a los oyentes. 30 y no entristezcáis al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para el día de la redención. 31 sea quitada de vosotros toda amargura y enojo, e ira, y grito airado y maledicencia, junto con toda maldad. 32 sed bondadosos los unos con los otros, compasivos, perdonándoos los unos a los otros como también Dios os perdonó en el Mesías.

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